23/5/2024

«Debates y mesas de análisis se volvieron espacios para satisfacer el morbo colectivo. Hemos hecho habitual el pronunciamiento de barbaridades, sin recato ni cuestionamiento sobre si lo dicho se ubica en la línea ética de donde suponemos o nos gustaría estar. A la verdad se le resta peso de tal manera, que es necesario, en aras del oficio periodístico y la responsabilidad editorial, darse cuenta de lo insuficiente en el método de entrevista donde se asume que el silencio o la estulticia del político bastan para mostrar a los electores sus peores características.»

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