La enfermedad
Sin Embargo. 26/9/2014 La identificamos con la decadencia y la pobreza. Políticos de mirada obtusa piensan que es una condición a erradicar con discursos, esbozos de infraestructura o efímeros bocetos de desarrollo. Para la literatura ha sido sujeto narrativo, Boccacio, Camus y Daniel Defoe escribieron historias a partir de las enfermedades. Religiones de todo el mundo […]
Si Macbeth fuera mexicano
Sin Embargo. 19/9/2014 De ocurrir en México, Macbeth se hubiera preocupado poco por Duncan y la esquizofrenia nacional lo habría orillado a suicidarse antes de matar al rey.
De izquierdas y derechas
Sin Embargo. 12/9/2014 La ideología y la religión son espacios donde la perversión se nos da mejor a los humanos. Ya en otras ocasiones las he comparado como semejantes, no son actos de cuatro paredes. Si se mantiene cualquiera de las dos dentro de casa, poco habrá de ellas. Dependen de ser expuestas, compartidas, interpretadas y […]
No estoy de acuerdo
Sin Embargo. 5/9/2014 La reflexión pública se ha hecho diatriba y el consenso un espacio para la ausencia de ideas. Logramos creer que no tener discrepancias es una virtud y en el error, nos convencemos que a través del acuerdo encontramos la democracia, el pensamiento y la solución a una infinidad de cosas.
El miedo
Sin Embargo. 29/8/2014 De Ferguson a Donetsk, pasando por Gaza, Tel Aviv y Nigeria. Dando un vistazo por la historia de Europa y el resto del mundo, el mayor triunfo de todos los tiempos no lo ostenta la justicia, la equidad y mucho menos la razón. El ganador de la civilización es el miedo.
Adiós Damasco
Sin Embargo. 22/8/2014 Con Siria no conocía el silencio. Prendí un cigarro sin darme cuenta que en el cenicero ya descansaba uno encendido, alterné con un trago de ginebra, respiré con ese extraño reflejo que permite exhalar sin antes inhalar y acaricié las orejas de Micaela. Sentada en el piso, lamió mi mano con esa empatía […]
La soberbia de la autopublicación
Sin Embargo. 16/8/2014 Nunca seré tan soberbio como para publicar algo, lo que sea, sin antes compartirlo y recibir la crítica de las pocas, muy pocas, personas en quien confío. Lectores que considero profesionales: amigos, coincidencias y viejos con más páginas encima que yo. Se me ponen los pelos de punta con la mera idea de […]