30/10/2024 «Somos sociedades excesivamente ideológicas, que escogimos ignorar el precio histórico del exceso de ideología, para las que un supuesto principio rector cubre cada necesidad. En el furor contra nosotros mismos, la fe incapaz de admitir autocrítica deposita en terceros todas las fallas del entorno. Puerta perfecta para un integrismo en busca de rescatar el instante donde se perdió lo que nunca fue.» Dar click en el texto para seguir leyendo. Twittear