«Esta estructura sectaria, como cualquiera, necesita proteger sus fragilidades a través del incendio, justo lo opuesto a la intención política. Dejemos de llamarle polarización a la barbarie, el ejercicio más viejo de cohesión: la creación de enemigos, las piras eventuales que reavivan los ímpetus, el rompimiento de códigos, de leyes y de ética.»
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