24/5/2020

«Parece que nuestra disfuncionalidad es el reducto desde el que nos aferramos a lo que perdimos con el confinamiento y la enfermedad. Diatribas contra el periodismo, discusiones al nivel de las creencias y no del saber; el sinuoso camino de tergiversar el lenguaje son los terrenos donde el Ejecutivo nacional se siente más cómodo que al hablar sobre la pandemia. Ya habituados a sustituir el debate con ruido, por la emergencia éste alcanza tonos todavía más disonantes.»

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