12/4/2020

«Nada es más incómodo para un gobierno que administrar una espera contra la que no basta repetir futuros de raíz nostálgica. En el vacío de la espera, el nacionalismo patriotero se presta a disfrazarse de certeza para ocultar la ausencia de ellas. Sin soluciones mágicas que toquen la puerta, se ha hecho común que, como si se tratara de placebo para sanar las horas, se le quieran dar poderes milagrosos a la soberanía. Sea sanitaria, económica, sobre el petróleo, o estadística.»