22/3/2020 «Nunca hemos sido buenos para enfrentarnos a la consciencia de nuestra fragilidad. A lo largo de la historia, primero pensamos lo ineluctable en términos religiosos, luego filosóficos y entendimos que, cuando la fragilidad deja de ser una preocupación individual debemos atenderla en términos políticos. Hoy, en todo el mundo, a merced de una pandemia descubrimos que nuestras carencias políticas son obstáculo para remediar lo que sin mirada pública se transforma en fatalidad.» Dar click en el texto para seguir leyendo. Twittear