1/5/2018 «Nadie podrá negar la urgencia de resolver las precariedades que, en parte, ha ocasionado la erosión del modelo liberal, pero me niego a caer en el reduccionismo que implica la lógica populista de cubrir esas necesidades explotándolas para el beneficio de una conciencia divisora. Es ese el nivel más burdo de la política. Legítimo, pero es el más bajo. Es la dualidad de Occidente en su mejor y peor expresión: ni el liberalismo ni el populismo actual representan una respuesta real a lo inmediato. Tal vez valga la pena pensar más allá de eso.» Dar click en el texto para seguir leyendo. Twittear