«La normalidad recuerda que uno se acaba, y uno siempre se acaba en soledad. El poder no le teme a su soledad, que probablemente exista. Le teme a la soledad de los comunes, la que viene cuando se termina el poder.
Me preocupa quien busca el poder, por supuesto. Me angustia quien está a punto de perderlo. Ya sea un poder real o uno espiritual. Ninguno querrá ser víctima del tiempo, como todos nosotros.»
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