logo-nexos10/10/2016

Ante la violencia, los caminos más frecuentes son el escándalo o el olvido. La naturaleza lleva al primero y, una vez acostumbrados, en México optamos por hacer institución de lo segundo.

San Fernando, Tamaulipas. 2010. Setenta y dos migrantes asesinados.

Allende, Coahuila. 2011 hasta un punto del 2012. No se sabe cuántos desaparecidos. Una misma organización criminal, los Zetas.

Es difícil entender el espacio en el que se encuentra lo más infame del abandono. Es la decadencia y el rompimiento de los límites ínfimos. Ahí, donde la negación es todo y el dolor no parece importar, porque incluso con la intención de que lo haga no le preocupará más a nadie que a quien lo siente. Donde la violencia pasa y no se encuentra el cobijo que cubre la última esperanza del que vive la tragedia: la memoria. Cuando una sociedad no se ocupa de la memoria sólo le queda el desamparo.