Sin Embargo. 26/9/2015 Sorprenden las decenas de antenas de televisión saliendo de las ventanas de las celdas. Sorprenden los cientos de internos que se ejercitan por horas, mostrando habilidades que cualquiera de nosotros envidiaría. Sorprenden los cánticos religiosos que salen de un galpón cuyo interior no podemos ver. Twittear