8/3/2020

«El testimonio de la violencia busca acercarla y darle permanencia para que la tragedia no desaparezca. Para que la tengamos presente y hagamos lo imposible por enfrentarla. Sus recuerdos son la voz de lo que nadie quiere escuc­har y cuesta leer, mientras tengo que repasar y subrayar las líneas para confirmar el horror en mis manos. De lo que no debió pasar y logró contarse en un albergue. Ella conjuga en una tercera persona que podría ser primera, como esas primeras personas que se convierten en terceras para sobrevivir. Ella, una de 50 mujeres migrantes secuestradas en México a mediados del año pasado.»

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