1/1/2019

«Uno de los mayores conflictos a los que se enfrenta el futuro, si no el más grave y difuso, es mantener cierto grado de verosimilitud a pesar del presente. Aunque lo anterior se pueda relacionar con los avances tecnológicos, en este caso ellos me importan poco. Son solo escalones naturales de la modernidad que por alguna razón tiende a confundirse con lo que vendrá. Por otro lado, el devenir de las grandes preocupaciones globales como el medioambiente ha llegado a un punto en el que las opciones son binarias. Continuar con el desastre o limitarlo para intentar conservar lo que nos rodea. Pienso más bien en la vertiente del futuro que históricamente contiene los temores de nuestra especie; el destino incierto de los individuos, la lucha para entenderlo y desde la que hemos construido sociedades, estructuras, mitos y conceptos modeladores como la política.»

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