23/12/2018

«El derecho a cometer barbaridades está limitado por la repercusión del daño que ocasionan, por eso un secretario de Estado no es libre de espetar una tontería como lo es un adolescente en fiesta de fin de año. El secretario no habla por él, lo hace a nombre del gobierno entero. Cuando el responsable de la seguridad en este país afirma con singular ligereza que al ciudadano no le importa la separación de responsabilidades entre Federación, estados y municipios, no está siendo honesto. Está mostrando la mediocridad de una mirada corta y frívola que no cumple con labor pedagógica. Oculto en lo supuestamente pragmático, es incapaz de medir las consecuencias de no diferenciar las responsabilidades de cada parte del Estado.»

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